Emprender: criterio de vital importancia en el comportamiento de una región

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Emprender: criterio de vital importancia en el comportamiento de una región. La actividad emprendedora junto con la innovación ha venido estando en boca de múltiples estamentos sociales durante los últimos años. La capacidad de innovación y creación de nuevas empresas como medio para la mejora de la competitividad de una región en estos tiempos de crisis se torna especialmente valiosa para generar empleo y colaborar con un crecimiento sostenible. Emprender es el medio de transformación de la estructura económica de una región, cuando se introducen las innovaciones en el mercado. Se renuevan ciertos sectores de la economía, se revitalizan enclaves geográficos y se promueven las sinergias para una continua innovación que siga generando valor.

Se da la paradoja en Europa que países que poseen un alto índice de conocimientos en I+D muestran tasas bajas de crecimiento, produciéndose una falta de rentabilización de la inversión realizada. Por lo tanto habrá que concentrar las fuerzas y los recursos en generar valor económico de estos conocimientos. Se presenta la actividad emprendedora como fórmula imprescindible para materializar las ideas innovadoras en proyectos empresariales generadores de valor y riqueza.

La actividad emprendedora, se ha adaptado a los ciclos económicos, produciéndose en la actual situación de contracción económica y de crisis financiera una reducción en los índices de creación de empresas. La creación de las nuevas empresas durante este periodo no ha logrado compensar la desaparición de otras, el ritmo de creación no es lo suficientemente elevado. Esto supone que el tejido empresarial merma y al igual, parte de la capacidad de creación de empresas, disminuyendo por lo tanto la competitividad y el progreso.

El "Informe ejecutivo España 2012", del GEM España (Global Enterpreneurship Monitor), que es un observatorio internacional del fenómeno emprendedor, ha sido recientemente presentado en Madrid, y concluye que la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) en ese año fue del 5,7%, lo cual indica que ha mantenido niveles similares a 2011.

El informe Indica, también, que un 72,3% de la actividad emprendedora en 2012 fue motivada por la oportunidad de emprender, mientras que el 25,6% de los casos se debe a la necesidad ante la falta de alternativas laborales y al elevado nivel de desempleo en España.

En Canarias, según los informes anuales elaborados desde el año 1999 por GEM Canarias se ha puesto de manifiesto que, hasta el año 2007, la cifra de adultos emprendedores del Archipiélago fue ascendente, hasta alcanzar el primer puesto en el ranking de emprendedores de España. A partir de 2008, estas cifras iniciaron un descenso, hasta tocar fondo en el año 2010. Ha seguido el descenso del empuje emprendedor de 2011 a 2012. Aunque ahora parece que comienza remontar de nuevo.

Por otro lado, respecto a la consolidación de la actividad (duración de más de 42 meses), esta ha disminuido, situándose Canarias entre las regiones con menor porcentaje de población en iniciativas consolidadas, encontrándose en la parte inferior del ranking. En la situación de descomposición del tejido empresarial, cuando bajan las tasas de la actividad emprendedora y se produce el cierre de empresas requiere un cambio de tendencia si se pretende conseguir metas de diversificación del tejido productivo y de creación de empleo.

En torno a la actividad emprendedora suceden varios fenómenos, por un lado algunos estudios demuestran que según aumenta el nivel de desarrollo y bienestar de un territorio, disminuye su actividad emprendedora. Así como los países económicamente más atrasados tienen tasas de actividad emprendedora mayores que la de países industrializados. Esto puede deberse a las difíciles condiciones de acceso al mercado laboral que obligan a su población a desarrollar una actividad empresarial para subsistir. Pero por ejemplo Estados Unidos representa una notable excepción con una tasa elevada de emprendeduría, pudiendo achacarse a razones culturales e institucionales. Por ello vemos que es una elección de nuestra sociedad conseguir mayor prosperidad con más o menos actividad emprendedora.

Hoy en día, la empresas nacen con un mayor capital semilla (inversión en la fase de creación) y tienen una mayor tendencia a la internacionalización, habiendo muchas posibilidades de que crezcan fuerte y generen empleo y enriquecimiento. A su vez estas nuevas empresas también provocan que sus rivales mejoren su productividad y se vuelvan más competitivas. Por tanto de la calidad y cantidad de actividad emprendedora en un territorio, se derivaran tanto efectos positivos directos como indirectos en la economía.

Respecto a la financiación esta puede ser muy variada, y es necesaria para que las empresas nazcan y crezcan. Desde las subvenciones otorgadas por la administración, pasando por las inversiones informales con las tres F (family, friends and fools) o por el Crowdfunding o micro mecenazgo, en forma de cooperación colectiva, mediante una red para conseguir dinero u otros recursos donde se suele utilizar internet. En 2012 un 3.8 % de la población adulta en España ha actuado como inversor privado en negocios de otros, en los que no tienen participación alguna en su propiedad. Se pone de manifiesto que esta fuente de financiación es muy importante en esta coyuntura de crisis en la que falta acceso a fondos bancarios y se recortan los fondos públicos en general. La tendencia es positiva y sigue creciendo según datos del GEM 2012.

Aparecen también los Business Angels, inversores con experiencia empresarial, que hacen su aportación normalmente en negocios arriesgados con grandes perspectivas de crecimiento (para sacar una gran rentabilidad y que luego les pueda proporcionar liquidez con la futura venta de las acciones). Aparte de proporcionar dinero también facilitan su saber hacer (ideas, acesoramiento...). Es una figuran relativamente escasa en España.

La meta en la actividad emprendedora ha de ser el éxito, con ello viene el cambio y empuje económico de una región. Apostar por nuevos sectores estratégicos y ser innovadores. Para ello es necesario que la coyuntura actual cambie y que también lo haga la esfera emprendedora en España para que ocurra una transición en nuestra economía.

Resaltar la importancia de que la población de una región se mantenga joven porque suelen ser la franja entre los 35 y 45 años la de más atrevidos a la hora de emprender. Esto nos lleva a plantearnos el fomento de la actividad emprendedora en edades más tempranas o más avanzadas cuando se tiene más experiencia y en ocasiones más dinero. Así mismo crear oportunidades a las personas que vienen desde otros territorios y se instalan con sus empresas. Otro origen también de la actividad emprendedora son las propias empresas, creando a partir de las mismas nuevas, en forma como spin-offs o joint venture por ejemplo.

La idea es construir un entorno emprendedor fuerte para lograr atraer a más financiación, talento y proyectos empresariales. Hay que entender que emprender se erige de vital importancia en el comportamiento de una región para mejorar su competitividad, intentando obviar el ciclo económico en donde se encuentre, para ello la sociedad en general y algunos agentes en particular tienen que concienciarse y asumir su responsabilidad al respecto.