Las empresas tienen una responsabilidad en el logro del objetivo de la mejora social, económica y ambiental. A través de la denominada Responsabilidad Social Corporativa pueden contribuir de forma activa y voluntaria a dicho objetivo ante la creciente preocupación social por el medio ambiente y por el desarrollo sostenible.
El medio ambiente es una variable que debe incluirse en la rentabilidad de las empresas y un motivo de éxito empresarial. Los modelos de gestión empresarial que incorporan estos principios de Responsabilidad Social Corporativa, no sólo contribuyen a aminorar los impactos negativos de su actividad sobre el entorno, sino que permiten mejoras y beneficios en ámbitos como el ahorro de los recursos, la racionalización de la producción, la aparición de mayores oportunidades en los concursos con las Administraciones Públicas, mejoras en las primas de seguros; en definitiva, nuevas oportunidades de negocio.
Con la edición de diversos artículos que irán aflorando se presentarán un conjunto de buenas prácticas ambientales de carácter genérico, estructuradas en cuatro secciones: medidas generales válidas para todo tipo de empresa, especialmente centradas en el incremento de la eficiencia energética, que promoverán la mejora de la Eficiencia Energética.