Factores: innovación, capital humano...

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Innovar es hacer las cosas bien y cada día mejor, eso lo hemos manifestado varias veces, apelamos a esa idea, pero lo que conlleva es que debemos de encontrar una idea distinta, algo diferente a lo que hemos hecho hasta el momento, y saber aplicarla en nuestra empresa, y una persona innovadora es la que tiene esa capacidad y la predisposición a Innovar siempre.

Se puede innovar de diferente forma, desde la creación de un producto nuevo hasta en la forma de gestionar a los clientes o de hacer rendir a los trabajadores, para ello, es propio, configurar y compartir un marco orientado a mejorar el trabajo en equipo y, es ahí donde presumiblemente el Coaching puede ayudarnos a que nuestras empresas innoven siempre.

Desde hace unos años se viene utilizando el concepto del Capital Humano dentro de las empresas, definido como el aumento en la capacidad de la producción del trabajo alcanzado con mejoras en las capacidades de las personas que trabajan en ellas.

Estas capacidades se adquieren a través de la formación que se realice, de la experiencia que vayamos adquiriendo en el día a día de nuestro trabajo y con el entrenamiento de las capacidades que tiene innatas el individuo. Es aquí donde coge protagonismo el Coaching, dado que ayuda en el desarrollo de esas habilidades.

El Coaching es un proceso por el cual los individuos desarrollan las capacidades que tienen en su interior, esto es, extrae el potencial que tiene el individuo. De esta forma un coach, los especialistas que realizan dicho proceso, ayudan a las personas de las organizaciones, sin olvidar el factor equipo, a desarrollar su creatividad y así poder innovar en sus empresas. Un aspecto, que nos concierne es que tenemos que abandonar el modelo empresarial centrado en el individualismo, por lo tanto, no sólo hay que tratar el factor humano sino el factor equipo, es decir, hemos de avanzar en nuestro Capital Humano.

Estamos convencidos de que todas las personas tenemos un potencial, dentro de nosotros mismos, que hemos ido olvidando al hacernos “mayores”, pasado un cierto tiempo, al asentar un modelo demasiado individualista, la creatividad va menguando de forma considerable, quedando aletargada en un porcentaje alto.

Para poder desarrollar nuestra creatividad debemos de trabajar la estimulación, tanto mental como emocional, la apertura, también a nivel de prejuicios o de conceptos prefabricados, y otras condiciones como disposición de ánimo o la concentración. Para ello, hemos de confluir no sólo los factores, humano y de innovación sino el de equipo y solidaridad, cuatro factores muy interrelacionados.

Vivimos en un paradigma en el que lo único importante es salir hacia delante, superar lo que se viene llamando “la crisis”, que nos hace buscar continuamente soluciones sin pararnos a pensar en el potencial del Capital Humano; hemos de concentrarnos siempre en aquello que depende de nosotros.

Este enfoque, el tratamiento de los 4 factores señalados, no se presenta como una solución mágica, estamos tratando una forma, o la única, de superar estos tiempos difíciles, de reinventarnos a nosotros mismos y a nuestras empresas, hemos de creer en lo más importante que tenemos, nuestro Capital Humano, las personas que la componen.

La empresa necesita un marco que le proporcione cimentación, perspectiva y sobre todo siempre “progreso en equipo”.