Reciclaje en verano

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Inmersos en plena época de verano, llega el turno de las esperadas vacaciones y determinados viajes, en los casos en los que la economía lo permite. Estos desplazamientos, en ocasiones, suelen provocar en el individuo cierta dejadez en sus responsabilidades medioambientales. Esta desconexión se traduce en malos hábitos en materia de reciclaje y otras malas prácticas relacionadas con el derroche de agua y otros elementos.

Sustituir nuestro hogar por una habitación de hotel, apartamento o  vivienda vacacional suele suponer que el turista deje de lado esas responsabilidades al pensar que el daño lo provoca en otro entorno que no es el suyo y que esos derroches los pagan otros. Por todo ello, cabe tener en cuenta una serie de consejos para llevar en tu maleta la mentalidad medioambiental que solemos llevar con nosotros a lo largo del resto del año.

Una de nuestras primeras premisas, al llegar a nuestro destino, debe ser localizar los contenedores (azul, verde, amarillo y naranja) más cercanos a nuestro apartamento. Del mismo modo, aplicaremos la norma de diferentes cubos o bolsas para separar y posteriormente depositar nuestros residuos de forma clasificada para facilitar el proceso del reciclaje.

Si escogemos turismo de playa para nuestro período de vacaciones, debemos tener el mayor respeto posible en este tipo de espacios, evitando arrojar a la arena bolsas de plástico que puedan acabar en el mar, latas de refrescos, papeles, envases, colillas, etc, para evitar imágenes tan desagradables como las que apreciamos en algunas zonas de baño del país.

Estos meses, cuando aprieta el calor y se llega a la habitación tras largas jornadas de playa, montaña o ciudad, según el tipo de viajes, se suele recurrir a la ducha dos y tres veces en el mismo día. No obstante, podemos evitar el derroche excesivo acortando los tiempos que permanecemos debajo del agua.

A la hora de realizar nuestras compras, debemos mantener otros hábitos tales como llevarnos bolsas reutilizables a los supermercados (más aún si vamos a realizar varias compras), plegar y vaciar los envases que arrojemos a la basura o recoger algún desecho que veamos en el suelo, dando ejemplo a los que compartan destino contigo.

Existen determinados residuos que proliferan en esta época. Nos referimos a casos como el de las botellas de agua, las latas de refrescos o cerveza, aerosoles, platos y bandejas de aluminio, latas de conservas, bricks de zumo, envases de productos lácteos, bandejas de corcho blanco, etc. Recuerda que todos ellos deberán ir al contenedor amarillo y así seguirás contribuyendo al medio ambiente, aunque te encuentres lejos de tu hogar.