Hacia el residuo cero

Es importante dar una vuelta más de tuerca en la fabricación de los productos y pensar en el final de vida útil de cada producto, y ello para intentar llegar al residuo cero. Para lograrlo, debemos trabajar el diseño; en este caso, el ecodiseño. La iniciativa de productos ecológicos surge del concepto economía circular, que pretende cambiar el modelo de consumo actual a través de un proyecto decidido en el impulso de los 7 elementos de la ecoeficiencia en el diseño del producto.

¡Recuerda!

1) Reducción en la intensidad material

2) reducción en la intensidad energética

3) reducción en la dispersión de sustancias tóxicas

4) aumento de la reciclabilidad

5) maximización en el uso de renovables

6) aumento en la duración del producto

7) incremento en la intensidad del servicio

Respecto de la viabilidad de llegar al residuo cero, vemos como Europa aboga por reducir los residuos y, en el caso de que no sea posible, que se puedan reciclar. Es decir, convertir los residuos en materias primas para que se puedan reintegrar al círculo productivo.

¿Qué podemos decir de los beneficios que aporta el ecodiseño a las empresas? Es igualmente importante dar a conocer que la importancia del Ecodiseño más allá del coste y apuntar a la importancia del ecodiseño y la sostenibilidad como herramientas para generar valor. Nuestras empresas obtienen un rendimiento económico, los productos ecodiseñados requieren un menor consumo de materia prima durante su ciclo de vida y eso se traduce en una mayor rentabilidad. Pero además, y quizás más importante, supone mayor competitividad. En el mercado global, un producto ecodiseñado compite mucho mejor que uno tradicional porque le proporciona un valor añadido, dado que cada vez más, tanto dentro como fuera del entorno empresarial, se deja de consumir una marca si no es responsable con el Medio Ambiente.

En un futuro, las empresas se verán obligadas a ofrecer esos valores, pues los ciudadanos lo están demandando, y en la Unión Europea se está trabajando en la huella de los productos, incorporándose poco a poco a la normativa de etiquetado. Lo propio es que nos adelantemos para ganar en competitividad.

Y Canarias, ¿está consiguiendo ese objetivo? No hay tantas empresas de producción de productos sino más bien de comercialización, aunque en los embalajes también se ha de aplicar el ecodiseño. En general, si hay ejemplos de buenas prácticas.

Debemos intentar llegar al residuo cero y, si no, convertir los desechos en materias primas: la prevención, la reparación, la reutilización, el alargamiento de vida y la reconversión de los posteriores residuos en materias primas son claves en la economía circular.