La desmoralización general y la percepción de haber sido engañados durante muchos años empiezan a formar parte de un estado de ánimo colectivo. La economía, hipotecada por el boom inmobiliario y la burbuja financiera que trajo consigo, es incapaz de poner las bases de un sistema que le dé estabilidad y proyección de futuro, y encima agobiada por los cientos de miles de personas en paro, siendo todo ello grave, lo es más aún la creciente pérdida de credibilidad de la ciudadanía en el sistema político y en los mensajes de sus gobernantes. La economía ha quedado retratada, desnuda frente a sus carencias cuando el ciclo económico ha girado a la baja, aunque es una gran oportunidad para impulsar el Medio Ambiente.
La sostenibilidad, la eco-economía, la calidad de vida, la diversidad, la solidaridad y otros valores dependen de volver a reconsiderar la forma en la que nos organizamos socialmente y cómo repensamos la gestión de los bienes particulares y colectivos.
La ocupación y destrucción de suelo cultivable y el abandono del medio rural acarrean problemas de todo tipo. La necesidad de protección del territorio -La Custodia del Territorio- no solo afecta a la biodiversidad, sino también a la conservación del paisaje que constituye una seña de identidad esencial de las Islas y de los isleños, al tiempo que es un recurso económico fundamental en Canarias es esencial para aminorar el cambio climático e impulsar un desarrollo económico, sostenible y generador de empleo.
Compre productos canarios por convicción… La gente que se ha apuntado al consumo de productos de Canarias que vienen directamente del agricultor, entre otros productos adquieren verduras de temporada aunque estén a un precio algo mayor porque tienen una calidad notablemente superior, los tomates saben a tomates y, no solo por eso, sino porque el dinero se queda en Canarias, con lo que conlleva, afecta a la biodiversidad, a su conservación y al entorno rural, una seña de identidad esencial de las Islas y de los isleños, al tiempo que un recurso no sólo económico sino medioambiental y emocional fundamental para los isleños, una actuación plausible que, con pequeñas correcciones, gestos en el día a día, garantizan crecimiento, recuperan empleo y aseguran ganancias, es decir, que los negocios continúen como siempre o mejor. Por lo tanto, favorecer estrategias agrícolas adecuadas y sostenibles es obligado.
El Fortalecimiento de la Función de los Agricultores coge fuerza.