Alerta por amoníaco

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Las organizaciones ecologistas y otros colectivos han insistido una y otra vez en los riesgos que seguimos asumiendo en materia medioambiental, especialmente en el apartado de la contaminación. Este grito de auxilio se ha escuchado más que nunca en este 2015 donde muchas urbes han sido tomadas por ‘nubes negras’ que reflejan el alto grado de toxicidad que asumen día a día sus ciudadanos.

Una de estas últimas advertencias ha llegado desde la Agencia Europea del Medio Ambiente, la cual ofreció recientemente los datos sobre el cumplimiento de la legislación europea sobre emisiones de contaminantes. En este informe alertaba de que España, junto a otros cinco estados miembros de la UE, había rebasado en 2013 uno de los límites establecidos, referido en este caso al amoníaco.

Lo alarmante del caso es que se trata del cuarto año consecutivo en el que nuestro territorio rebasa estos topes fijados en Bruselas para este contaminante que procede, principalmente de la agricultura. Precisamente este sector es el responsable de cerca del 95% de estas emisiones, según informa la Comisión Europea. La principal fuente emisora es el uso de fertilizantes nitrogenados en los suelos agrícolas, como la urea y el estiércol.

Para contrarrestar estos efectos, se han realizado varios estudios, entre ellos uno liderado por investigadores españoles, para tratar de diseñar estrategias que reduzcan estas emisiones en la agricultura. Uno de los trabajos más recientes fue el elaborado en la Universidad Politécnica de Madrid, en donde se estudió cómo las emisiones de amoníaco asociadas a la fertilización de cultivos podrían disminuirse hasta en un 82% con un impacto mínimo sobre la producción.

Por contra, España ha logrado por primera vez quedarse por debajo del límite asignado de óxidos de nitrógeno, que llevaba incumpliéndose desde 2010 junto con otra decena de Estados miembros.

No obstante, los datos ofrecidos por la AEMA son cuanto menos preocupantes, y no sólo por lo que afecta a España, ya que al menos diez países de la UE, entre los que nos encontramos, han excedido alguno de los límites comunitarios legales de la emisión de contaminantes del aire. Especialmente llamativo fue el caso de Alemania, en donde se superaron tres de estos techos medioambientales, al igual que en Austria, Dinamarca e Irlanda en los que se incumplieron dos.