Algunos consejos para 2018 en la lucha contra el cambio climático

La lucha por el cambio climático, ese proceso global con consecuencias ambientales, económicas, demográficas, sociales y políticas nos compete a todos.

Los medios de comunicación, internacionales y nacionales, informan sobre esta situación y sus posibles consecuencias, creando conciencia y alertando sobre los peligros que supone para nuestro entorno el cambio climático y como puede repercutir en nuestro futuro. Sin embargo, existe la sensación de que generalmente se habla desde un punto de vista global más que desde el particular…pero todo lo que podamos hacer es poco.

Esta realidad nos afecta muy de cerca y no es tan lejano como en algunas ocasiones pudiera parecer.  

Según los impulsores de la Comunidad #PorElClima, todos tenemos que actuar, ya que la lucha contra el cambio climático no es una responsabilidad de un solo sector, sino que es un desafío colectivo y debemos hacerlo ya porque somos la última generación que puede parar el desastre.

Residuos, energía, alimentos, transporte y agua son cinco bloques que, bien gestionados, ayudarán a bien disminuir considerablemente nuestras emisiones de CO2.

Acudiendo a los sitios caminando, en bicicleta o usando el transporte público, puedes lograr un ahorro de 30 gramos de CO2 por cada 4,5 kilómetros que no conduzcas. Según datos ofrecidos por la Comisión Europea por cada litro de combustible que quema el motor de un coche, se libera una media de 2,5 kilos de CO2. Y también se recomienda no ir a demasiada velocidad con el coche, para que de ese modo gastes menos gasolina y emitas menos CO2 a la atmósfera (Ir a más de 120 kilómetros por hora aumenta un 30 por ciento el consumo de combustible, frente a una velocidad de 80 kilómetros por hora).

En el reciclaje y el embalaje también puedes actuar de modo que colabores en la reducción de CO2. Si eliges productos con poco envase por ejemplo, una botella de 1,5 litros genera menos residuos que tres de medio litro, usar bolsas reutilizables, evitar el uso de toallitas húmedas y de papel. Asimismo, con la separación de basura llevando al contenedor amarillo los envases de plástico, latas y bricks; al azul los envases de papel y cartón; al verde tarros, frascos, botellas de vidrio, y los deshechos sobrantes, cuando ya no puedas reutilizados (haciendo compost, por ejemplo) al contenedor de resto.

También puedes evitar la emisión en cantidades elevadas de CO2 si reduces la basura que generas.

Otros gestos que puedes hacer es no derrochar energía, por ejemplo si tapas los calderos mientras cocinas, con ello consigues ahorrar mucha energía, al igual que si utilizas ollas a presión puedes ahorrar hasta un 70% de energía.

Te recomendamos la guía interactiva del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) donde podrás visualizar una vivienda con todas sus estancias, para conocer cuánto se consume y cómo puede gastar menos http://guiaenergia.idae.es

También usar la lavadora y el lavavajillas sólo cuando estén llenos. Si no lo están, usar programas económicos. Tampoco hace falta poner una temperatura alta. Y si el frigorífico y el congelador están cerca de los fuegos o de la caldera, consumirán mucha más energía. Cuando salgas de una habitación no olvides apagar las luces, esa energía la desperdicias. De hecho, con tan sólo apagar el televisor o tu ordenador cuando no lo estés usando puedes evitar que miles de kilos de CO2 salgan a la atmósfera. Del mismo modo, puedes evitar dejar los aparatos eléctricos en modo espera, pues reduciendo las horas de modo espera ahorras en consumo de la energía total.

Tampoco conviene dejar el cargador del móvil enchufado todo el tiempo, aunque no esté conectado al teléfono, porque seguirá consumiendo electricidad.

En la alimentación, también puede elegir alimentos sin procesar, de temporada, de producción local, pues las importaciones suponen emisiones extra por el transporte. Aumenta el consumo de frutas, verduras, hortalizas y en la medida de lo posible productos ecológicos.

Necesitamos conseguir una conciencia más global sobre el problema del calentamiento global y que los gobiernos tomen medidas hacia una vida más sostenible, pero los ciudadanos podemos hacer más de lo creemos.

Todos formamos parte de la naturaleza y es nuestro deber protegerla, así es que todo lo que podamos hacer en este sentido es poco…y todo suma.