La incidencia del cambio climático en la crisis económica

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Largo y tendido se ha hablado sobre el cambio climático en las últimas fechas, coincidiendo con olas de calor impropias de esta fecha  o los movimientos sísmicos que han afectado a zonas como en Nepal, provocando múltiples daños materiales y, especialmente, pérdidas personales irreparables.

Sobre este asunto ha hablado recientemente la secretaria general adjunta de Asuntos humanitarios de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Valerie Ramos, quien relacionó este tipo de fenómenos con las crisis económicas y sociales que está experimentando gran parte de la población mundial.

Ramos recordaba a los presentes el incremento que se ha experimentado de este tipo desastres naturales y la dificultad que supone para estos territorios recuperar la normalidad y abastecer a la población de los recursos necesarios. Esta circunstancia se agrava en zonas ya de por si subdesarrolladas.

Del mismo modo, la representante de la ONU aclaraba que no se ha registrado un descenso en las donaciones, sino que se ha aumentado “la frecuencia con la que se registran las emergencias, que sobrepasa los recursos”. La propia Organización de Naciones Unidas revelaba que casi 100 millones de personas necesitan ayuda humanitaria a nivel mundial, una cifra tres veces mayor que hace 10 años.

En esta línea también se manifestó la vicepresidenta de la Comisión Europea, Georgieva Kristalina, quien añadía que la inversión económica dedicada a paliar los efectos de estos fenómenos ha pasado de 45 mil millones de euros a 180 mil millones desde los años 80 hasta la actualidad. Una de sus reflexiones fue que apenas el 4% de estos presupuestos son destinados a actividades de prevención de desastres, mientras que el 96% se dedican a paliar los efectos, una vez han ocurrido los desastres.

Especialmente graves han sido los daños provocados por las inundaciones, las cuales representan el 43% de este tipo de siniestros registrados en el mundo, y que han afectado a la vida de cerca de 2.500 millones de personas en los últimos 20 años.

Estas cifras nos deben hacer reflexionar sobre una realidad que, en ocasiones, puede parecer lejana, pero que podría afectar a nuestro territorio muy pronto. Las temperaturas varían, las estaciones evolucionan y muchas especies animales desaparecen. Todos estos efectos se incluyen en la huella que deja el humano en el planeta y somos nosotros mismos quienes debemos detener este cambio climático que cada día se hace notar con mayor fuerza.