Residuos Sólidos Urbanos (RSU)

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La gestión de los residuos sólidos urbanos (RSU) no sólo se reduce a vertederos, incineradoras o al reciclaje sino a no poner en peligro la salud humana ni el medio ambiente; aire, agua y suelo. Para ello, todo un despliegue de conocimientos que la Cultura del RECICLAJE conlleva deberán interiorizarse permanentemente no sólo por los gestores de los RSU,  la incineración contamina el aire, amenaza el suelo por generar cenizas contaminantes, etc., sino por toda la Sociedad.

Hemos de mejorar nuestras actuaciones. Para ello, hemos de forzar la colocación de contenedores marrones, para residuos orgánicos, implantar más el depósito naranja destinado al aceite usado, etc., para incrementar el nivel del reciclaje en las ciudades, hemos de gestionar cada vez más residuos, es la meta.

En este quehacer es fundamental ver los residuos sólidos urbanos como un gran recurso, no como simple basura. No podemos renunciar a ese recurso público. Enseñemos que no son desechos, que son recursos: plástico, papel, materia orgánica... Hemos de gestionar los RSU para "Que los deschos cobren vida"

 

La Tirajala

Aportar las soluciones necesarias para gestionar los desechos. De las toneladas recibidas de residuos la mayor parte son recicladas, pero no toda la recogida selectiva ya que algunos desechos que se depositan son residuos impropios. Así mismo, es un hecho que hay bastante material de rechazo que podría ser reciclado. Para ello, hemos de hacer hincapié en la necesidad de desarrollar infraestructuras que permitan aprovechar todos los recursos que están presentes en los residuos y educar y concienciar a la gente. Aportar las soluciones necesarias para mejorar las tasas de reciclaje y gestionarlos de forma moderna y eficaz dado que equivale a asentar nuestro futuro ambiental.

Con la puesta en marcha de diferentes contenedores, aceite, ropa..., con la recogida de materia orgánica y con concienciación ciudadana pensamos que se puede dar un impulso a las tasas de reciclaje. Hay mucho margen de mejora, se recogen toneladas de papel para reciclar al año, pero se estima que hay una cantidad considerable en el contenedor verde, se separan toneladas de vidrio pero otras tantas acaban en el contenedor de basura no reciclable, en el caso de los envases, se recogen toneladas en su contenedor, el amarillo, pero otras tantas, bastantes, que no han sido debidamente separadas acaban en el contenedor de lo no reciclable.

Sabemos que se ha avanzado en la recogida, progresado en la educación y en la sensibilidad ambiental, en el conocimiento científico de los procesos de tratamiento y evolucionado en la aplicación de normativas de protección de la salud ciudadana. En general, los sistemas de gestión son muy variados dado que en su diseño influyen además condiciones locales y nacionales de carácter social, económico y político. El residuo se trata como un nuevo recurso que se integra de forma progresiva en las diferentes cadenas de reciclaje.

Los principales sistemas de tratamiento de residuos integran el reciclado y la incineración, y constantemente apoyados en la reutilización.

La Tirajala

Lo clásico son los colores azul, amarillo, verde y gris pero lo propio sería avanzar por un quinto contenedor para las materias peligrosas y un sexto para la basura orgánica. Así que todo apunta a que al menos 5 o 6 contenedores se deben instalar en todos los Municipios: uno, contenedor azul, papel y cartón, dos, contenedor amarillo, envases ligeros de plásticos, latas y briks, tres, contenedor verde, vidrio, cuatro, contenedor rojo, materias peligrosas, cinco, contenedor naranja o marrón, orgánico, y el, seis, contenedor gris, resto de materiales.

Un aspecto a destacar que no está suficientemente tratado en Canarias son los contenedores soterrados de RSU que están pensados para solventar el incómodo problema de los contenedores en el desarrollo de las ciudades, zonas urbanas ya sean costeras, de campo o industriales. Con este sistema soterrado se consigue un menor impacto medioambiental en sentido visual, olores, tiempo de recogida y superficie ocupada. La solución ya la tenemos, solo necesitamos implantar el mejor sistema existente, relación ratio euro/litro soterrado. Naturalmente esto conlleva un coste, pero un coste perfectamente asumible por la administración, dado que se trata de una inversión en calidad de vida del contribuyente y por ende, del ciudadano.

Otras acciones posibles son la recogida de aceite usado y ropa y adquiriría, una gran relevancia, el impulso del compostaje tanto individual como comunitario.