Efecto invernadero

El Efecto Invernadero es el nombre por el que se conoce un fenómeno natural originado por varios gases presentes en la atmósfera, es decir, existe un efecto invernadero natural necesario para la vida y otro provocado por las actividades del hombre.

El efecto invernadero “natural” ayuda a atrapar el calor y a mantener la Tierra a una temperatura adecuada para la vida. La temperatura media de la Tierra es de unos 14,5 ºC pero la tendencia de los últimos 50 años es de 0,2 ºC por década, casi el doble de los últimos 100 años. Los principales Gases de Efecto Invernadero (GEI) son 7: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), vapor de agua (H2O), hexafluoruro de azufre (SF6), los compuestos perfluorinados (PFC) y los hidrofluorocarbonados (HFC), aunque las características de cada uno son diferentes, en la práctica su efecto se convierte en la concentración equivalente de CO2, es decir, el principal GEI es el CO2, un 80 % de dicho efecto invernadero.

El efecto invernadero producido por el hombre tiene que ver con el aumento de CO2 y otros, que hacen de filtro selectivo permitiendo la entrada de las radiaciones solares pero impidiendo, en parte, su salida de la superficie terrestre, una mantita que retiene parte del calor, y al crecer la retención del calor que es debida al aumento de los GEI produce un cambio climático a nivel planetario.

La Tierra recibe energía procedente del Sol que se reflejan en la superficie terrestre, ésta las devuelve pero no toda, puesto que los GEI absorben una parte sustancial, se alcanza así un equilibrio térmico que se ve afectado si los GEI aumentan, lo que produce una reducción en la expulsión de calor al espacio con lo que conlleva al calentamiento del planeta, esto es lo que se conoce como efecto invernadero. Entre los factores más determinantes de este aumento se encuentra el consumo de combustibles fósiles, los humos procedentes de los tubos de escape, chimeneas e incendios entre otros. Otros gases son el metano y el óxido nitroso que son producidos por los vertederos, las explotaciones ganaderas, los cultivos de arroz y determinados métodos agrícolas de fertilización. Además, determinados GEI destruyen la capa de ozono que se encuentra en la parte superior de la atmósfera, o estratosfera, y se ha comprobado que tiene efectos biológicos adversos, este proceso se conoce como “agujero de ozono”, líos y líos.

Está claro que por responsabilidad social medioambiental, desde la perspectiva ética, la Sociedad está necesitada de una Ola de Energía: de Grandes Reformas que han de ser impulsadas por las Instituciones, las impulsadas fundamentalmente por las empresas, modernización ecológica y mercados verdes, fruto de la extensión de la conciencia ecológica y, a título individual, por los individuos en su vida cotidiana.

Las Entidades Adheridas a Sociedad Activa por Responsabilidad Social Medioambiental pretenden contribuir con sus proyectos a:

Mejorar los cambios, que se corresponde con el debilitamiento del fuerte vínculo que existe entre actividad económica y emisión de GEI, y cuidar el MA en la vida cotidiana, tanto dentro como fuera del entorno laboral.

Un capítulo esencial, individual y colectivo.