El mundo de los tetra briks

Recientemente hemos hecho un análisis más exhaustivo de los datos que arroja el reciclaje del vidrio en el ámbito nacional, siendo un referente y fiel reflejo del auge que experimenta esta práctica en la actualidad. En esa particular clasificación, queremos hacer un guiño especial a los tetra briks, elemento habitual en el día a día de muchos hogares y que en la actualidad representa el 4% del total de residuos de envases domésticos que se generan en España cada año.

Este porcentaje, aparentemente insignificante, se complementa con el hecho de que en el mundo se utilizan anualmente 140 billones de este tipo de recipientes, siendo uno de los envases con mayor presencia en el ámbito familiar. Esa confianza radica en la seguridad alimenticia y la facilidad de almacenaje y reciclaje que supone, ya que se pliega con facilidad a la hora de introducirlo en nuestros recipientes particulares de almacenaje y en los propios contenedores amarillos. Además, cabe destacar el hecho de que están fabricados, en su mayor parte, con materia prima renovable.

Su composición se basa en cartón (en un 75%), plástico (en un 20%) y aluminio (5%), el cual vela por la preservación de los alimentos de la luz y el oxígeno. Estos materiales contribuyen a que sean perfectamente reciclables, aunque con cierta complejidad respecto a otros envases monomateriales.

Su recogida y posterior reciclaje se antoja vital para la preservación del medio ambiente y los múltiples objetivos ecológicos que se logran con este proceso. Su degradación, de no ser tratado, puede llegar a tardar un promedio de 35 años.

Para su recuperación y aprovechamiento se presentan dos alternativas en cuanto al proceso. En primer lugar, encontramos el repulpado o hidropulpado, que consiste en la separación de fibras del resto de materiales. Cada material empleado en los diferentes briks se utiliza independientemente para la fabricación de nuevos productos tales como sacos de papel, hueveras, bolsas de plástico, etc.

La segunda alternativa es la trituración total. La masa que se obtiene de este proceso de lava y se seca antes de ser calentada y prensada a unos 170ºC. De esta manera de obtiene una plancha de aglomerado resistente e impermeable que puede ser utilizado para la fabricación de muebles, suelos, paneles, etc.
Ya sea por una vía o por la otra, aunque la del repulpado tiene mayor tradición en Europa, recuperar briks supone una acción vital para nuestro futuro y el del planeta. Por hacer una comparativa sencilla y aclaratoria, el reciclaje de un solo envase de brik permite un ahorro energético equivalente al consumo de una bombilla durante una hora y media.