Las Naciones Unidas declaró el año 2010 como “Año Internacional de la Biodiversidad” con el objetivo: uno, destacar su importancia en la vida humana, dos, recapacitar sobre los resultados en su conservación y, tres, impulsar los esfuerzos para reducir el ritmo de pérdida de especies.
Dado el enorme alcance que encierra el término “Biodiversidad”, veamos algunas consideraciones, porque la Biodiversidad entendemos que no está bien comprendida y su auténtica dimensión pasa desapercibida.
Biodiversidad viene a ser lo equivalente a toda la vida sobre la Tierra. El término apunta tanto a la vida que alguna vez existió como la que existe hoy y no hay forma de separarla porque todas las ascendencias biológicas están conectadas.
Biodiversidad despierta la idea de paisajes verdes y frondosos, pero la Biodiversidad implica mucho más que esa variedad de especies de fauna y flora más habituales. Abarca una amplia gama de escalas y niveles, y se repara poco en que la mayor aportación a la diversidad biológica se debe a los seres que pasan desapercibidos (microbios) o a los que reparamos poco en ellos, insectos y otros artrópodos. Frente a ellos, los números de especies de mamífero o aves son muchísimo menores. Lo que he leído es que uno de cada tres animales del planeta es un insecto, y la familia de los gorgojos es la más numerosa del reino animal.
Lo que les quiero transmitir es que, a pesar de lo que nos creemos, ignoramos prácticamente todo sobre la Biodiversidad. Vivimos en el desconocimiento y, lo que es más peligroso, en la despreocupación. Es que, no sólo no se han descubierto muchos de los seres que habitan nuestro mundo, sino que de la inmensa mayoría sólo se sabe su nombre, desconociendo todos los aspectos más esenciales de su biología y ecología. Por ello, el grave desconocimiento que tenemos es una de las amenazas de mayor consideración a la que se enfrenta la Biodiversidad, porque mal puede gestionarse y conservarse lo que apenas se conoce.
A pesar de la indispensable necesidad de inventariar y estudiar la diversidad biológica para conocer y entender el mundo en el que vivimos, todo apunta a que este quehacer es la desconsiderada de la ciencia actual, apenas hay financiación. El “Año Internacional de la Biodiversidad” debía ser una oportunidad para impulsar el conocimiento científico de la diversidad biológica global, pero no parece que esté sirviendo de mucho para solventar las carencias. De hecho, las Naciones Unidas ni siquiera mencionaron un compromiso de apoyo al inventariado y estudio de la Biodiversidad mundial....