Respetar y cuidar el entorno: una lección importante.

El ecosistema en el que habita un ser vivo está formado por todo lo que le rodea e interactua con él, es decir, por todo lo que, en menor o mayor medida, le afecta. Los seres humanos vivimos en un espacio, en un entorno natural, rural o urbano, y debemos entender que respetar este entorno es un deber que tenemos como ciudadanos.

La actividad humana modifica el medio ambiente, al talar árborles, quemar combustible, cultivar la tierra, etc. teniendo en cuenta la cantidad de habitantes del planeta, con demasiada tecnología a su dispocision, las alteraciones en el entorno pueden ser muy importantes y afectar al ecosistema global. En estos últimos años hemos participado responsablemente en la conservación del MA, conscientes de la importancia de su conservación. Entre otras razones porque disponemos de los medios para lograrlo.

Veamos los principales problemas medioambientales que se derivan de la actividad humana:

  • CONTAMINACIÓN: se produce al liberar al medio sustancias que tengan efectos negativos sobre el mismo.
  • CALENTAMIENTO GLOBAL: efecto provocado por el exceso de dióxido de carbono en la atmósfera, que impide que parte de la radiación sea emitida hacia el espacio. Este fenómeno provoca que poco a poco la Tierra vaya aumentando la temperatura, lo que tiene como consecuencia inmediata el cambio acelerado del clima.
  • DEFORESTACIÓN: la deforestación es la pérdida de bosques. Se produce para conseguir espacios para cultivos, para aprovechar la madera o construir carreteras, urbanizaciones, etc.
  • PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD: la biodiversidad es la variedad de especies de seres vivos que hay en un ecosistema. La pérdida de biodiversidad es consecuencia directa de los tres problemas medioambientales anteriormente citados.

EL RESPETO POR LA NATURALEZA

El respeto se refiere al saber valorar, el reconocer las necesidades de otro y de tener consideración.

Cuando el respecto se relaciona con la naturaleza se refiere a la valoración del Medio Ambiente en el que vivimos, de los animales, plantas y todo aquello que hace posible la vida en el planeta. Asimismo, se refiere a la consideración hacia la naturaleza y al reconocimiento de las necesidades de la misma, es decir, el mantenimiento de las condiciones para que pueda seguir existiendo y desarrollándose como tal.

El respecto por la naturaleza no solo es valorarla, sino tomar las medidas necesarias para no dañarla, esto se llama conciencia ecológica.

Nuestro entorno influye y repercute directamente sobre nuestra salud y nuestro propio bienestar, atacar el entorno y atacar a la naturaleza es, a la larga, atacarnos a nosotros mismos. Si no sabemos utilizar de manera lógica y equilibrada los recursos que el planeta nos ofrece estamos rompiendo una cadena de equilibrio y armonía, que se volverá en contra nuestra.

¿CÓMO PODEMOS CONTRIBUIR NOSOTROS AL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE?

Desde muy pequeños, podemos y debemos aprender a respetar el entorno (nuestras cosas, nuestra casa, la ciudad o el pueblo donde vivimos, la naturaleza...). Es necesario que, desde que se empiece a tener uso de razón, la relación con la naturaleza y con la comunidad sea respetuosa. Saber que pequeñas y simples actitudes pueden contribuir al cuidado de la naturaleza y a evitar problemas ambientales.

Las mejoras ambientales no sólo se pueden dar desde plataformas ambientales organizadas y fuertes, sino que los individuos podemos realizar pequeños cambios que pueden llegar a ser de gran importancia. Los pequeños cambios son poderosos puesto que pueden llegar a tener una influencia universal. Cada día realizamos un montón de acciones y actividades en nuestros hogares que pueden tener efectos más o menos agresivos sobre el medio ambiente: la energía que utilizamos, la forma de trasladarnos, el reciclaje de los residuos que generamos, el consumo del agua, el uso de materiales tóxicos...

Por tanto, debemos actuar en la medida de lo posible, de forma que los efectos de nuestras acciones impacten lo menos posible.

CONCLUSIÓN

El respeto por la naturaleza es, en primer lugar, una cuestión de sentido común, pero, a estas alturas, es irrevocable que la estamos destruyendo, al sostén de nuestra vidas. Está en juego la supervivencia de millones de especies, incluida la nuestra. Para cuidar el medio natural tenemos que encontrar, individual y colectivamente, otro estilo de vida,  nos debe llevar a cambiar nuestra forma de vivir y nuestra actitud hacia el mundo y hacia nosotros mismos. No se trata únicamente de consumir productos más ecológicos, también hay que consumir menos, reciclar, ahorrar agua y energía, no utilizar productos tóxicos, etc. Es necesaria una reflexión continua sobre nuestra relación con el medio y sobre nuestra responsabilidad en su conservación y mejora.

En nuestra vida cotidiana las personas podemos realizar cantidad de acciones que contribuyan a la mejora del entorno a partir del respeto de los lugares donde vivimos (barrio, pueblo, ciudad). Actuar y reflexionar de una manera más concreta sobre los diferentes ámbitos en los que nos desenvolvemos, es una manera de intervenir sobre procesos que, a la larga, transforman la sociedad de manera global.

En definitiva, el planeta corresponderá a nuestras acciones, pero nosotros debemos decidir si queremos mantenerlo en condiciones habitables, aunque esto suponga ciertas renuncias, o por el contrario, queremos vivir sin pensar en el futuro ni en las consecuencias. No olvidemos que el mundo no se acaba con nosotros, es el legado que le dejamos a las futuras generaciones.

Si eres una persona preocupada por la defensa del medio y deseas colaborar con alguna asociación o grupo que trabaje por los intereses de la humanidad puedes asociarte a alguna de las muchas organizaciones que colaboran en la defensa del medioambiente y del entorno. Ver Naciones Unidas y otros a nivel Mundial.