Ecoinnovación

 

La Ecoinnovación supone la introducción de mejoras ambientales disruptivas (radicales) en los productos, las tecnologías o la organización empresarial, va más allá de las mejoras incrementales aportadas por la Ecoeficiencia, por tanto, responde con mayor eficacia a las apremiantes exigencias del desarrollo sostenible al tiempo que ayuda a fomentar la competitividad de las empresas, aunque la Ecoinnovación es más compleja, en muy pocas ocasiones se consigue, sólo la alcanza un reducido número de empresas.

La innovación es un criterio vital para las empresas y ya no se ve como algo vinculado a un producto, departamento, proyecto, sino a la empresa pero sobre todo a sus personas, porque son las personas las que realmente impulsan, gestionan y canalizan cualquier posible innovación. Por muchos procesos, recursos o departamentos que tengamos de innovación, si las personas no tienen una actitud proactiva con la innovación de poco servirá. Y esto va desde la Dirección hasta cualquier nivel dentro de la organización empresarial.

Una actitud innovadora no está asociada a un puesto, departamento o personalidad concreta, porque todos podemos tener esa actitud y si la persona no tiene una actitud innovadora, aunque genere miles de ideas, si no las materializa, las impulsa, las transmite, es decir, no tiene la habilidad de compartir sus descubrimientos con otros, no tiene sentido. El mensaje es que hay que formalizar las ideas en proyectos de Innovación. Por ello, en su conjunto para impulsar la ecoeficiencia y ser proactivos por la ecoinnovación, lo propio es tratar este quehacer con el personal.

Insistimos; en muy pocas ocasiones las mejoras incrementales de la Ecoeficiencia añaden un valor visible a los bienes producidos, en cambio, la Ecoinnovación aunque es más compleja si añade un valor comercial visible. En este quehacer coge fuerza la RSE en el ámbito medioambiental.

 

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