Olas de calor y cambio climático

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A lo largo de los últimos cinco años, nos hemos acostumbrado a padecer constantes olas de calor durante estos períodos de verano. Recientemente, hemos experimentado tan sólo una de los que los expertos vaticinan para estos meses que se avecinan, llegando a rozar los 40 grados o superándolos, en determinadas ciudades de España y Europa.

Estos fenómenos han reabierto un debate medioambiental que muchos expertos se empeñan en poner sobre la mesa, por los riesgos que supone para nuestra salud y la alerta ecológica que se debe hacer extensible a todas las generaciones. Esta discusión versa sobre la incidencia del cambio climático en estas olas de calor, que cada vez son más frecuentes en dicho período estival.

Uno de los trabajos aportados en este sentido ha sido la recopilación de estudios presentada por el portal web especializado ‘Climate Central’, el cual equipara temperaturas actuales de ciudades como De Bilt (Holanda), Madrid, Mannheim (Alemania), Beauvais (Francia) o Zurich (Suiza) con las de 1.900. Esta investigación ha contado con la participación de expertos de centros tan prestigiosos como la Universidad de Oxford o el Instituto de Meteorología de Holanda.

En el primero de los ejemplos, el de los Países Bajos, el análisis de tendencias de los datos muestra que un período de temperaturas tan altas es ahora, aproximadamente, 7 veces más probable que ocurra que hace un siglo. Siempre se tomó como definición de ola de calor esta media de temperaturas altas durante más de 3 días consecutivos.

Por si fueran escasos estos datos, cabe reseñar que estos fenómenos ya no afectan sólo a nuestra temperatura corporal, deshidratación o incomodidad general, sino, incluso, a la contaminación de las grandes ciudades. El calor y la falta de lluvias han provocado que las estaciones de medición de contaminación atmosférica superen los niveles estipulados de contaminación de ozono.

Tal es así, que el Ayuntamiento de Madrid ya se ha puesto en marcha para advertir a los grupos de riesgo (niños, ancianos, personas con problemas respiratorios y personas que realizan actividades físicas prolongadas al aire libre) que eviten determinadas prácticas y tomen ciertas medidas para evitar daños para su salud. Del mismo modo, se les insta a utilizar el transporte público para evitar daños al resto de la población y a ellos mismos.

Tal es el riesgo que el 112 ha advertido que en la misma capital se han atendido desde el 25 de junio más de 150 personas por golpes de calor, llegándose a atender casos de extrema gravedad por los efectos de las altas temperaturas.