La agricultura sostenible y las TIC

Con frecuencia se escucha hablar de agricultura sostenible, que combina la agricultura tradicional con nuevas prácticas agrícolas amigas del medioambiente, que permiten producir más y mejor sin dañar la madre tierra, y aprovechando los recursos naturales existentes en la naturaleza.

Desde que el hombre evolucionó por su ingenio y superación, revolución industrial del siglo XVIII, grandes máquinas, grandes consumos, combustibles fósiles... todo ha ido en detrimento de la madre tierra. En agricultura, con el uso del tractor llegó la mecanización agraria. El uso de tractores y máquinas en la agricultura supone un cambio de modelo para los agricultores, que pasaron de manejar animales domésticos, por ejemplo, a habituarse al uso de combustibles, filtros, volantes, engranajes etc., necesarios para el manejo y mantenimiento de máquinas.

Actualmente, la mecanización en la agricultura supone un gran avance, y también la agricultura se está transformando como consecuencia de los avances tecnológicos, pero lo cierto es que la tecnología sigue avanzando y da lugar a nuevas oportunidades que nos llevan a nuevos cambios.

Claro ejemplo de lo mencionado es la agricultura de precisión, que es la consecuencia de implementar las denominadas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la producción agraria. Nuestros agricultores han de habituarse a las tecnologías actuales como ordenadores, teclados, pantallas, programas informáticos, etc, y conocer las tecnologías existentes que le permitirán conseguir una producción agraria mayor y mejor, respetando, a su vez, las condiciones de seguridad en sanidad alimentaria,  conservación de los recursos naturales y nuevas normativas.

Hemos visto que en los últimos cinco años la actividad en torno a este sector ha aumentado considerablemente, lo cual es un signo muy positivo. Las TIC han mejorado nuestra forma de trabajar en el campo, ayudando a la población y a nuestro medio ambiente.

El futuro de la agricultura debe basarse en las nuevas tecnologías como la agricultura de precisión. Se trata, por tanto, de aumentar la implementación de tecnologías y prácticas sostenibles y transferirlas a los agricultores. Algunas muestras son el uso de los abonos orgánicos, ahorro de agua con sistemas de regadío, sistemas de Navegación Global por Satélite, monitores de rendimiento, sistemas de ayuda al guiado, guiado automático y control de tramos, sensores remotos, mapas de rendimiento para conocer la productividad, mapas de rentabilidad, sistemas tecnológicos que permitan el control de plagas o riego localizado, utilizar cosechadora tradicional con escáner y GPS para elaborar mapas de cosecha….

Podemos concluir destacando la importancia que tiene para todos el optimizar el rendimiento de las explotaciones agrarias y su muy positiva repercusión en los aspectos medioambientales vinculados con la producción agraria, por la racionalización del uso de productos fitosanitarios y las ventajas de las tecnologías de la información y la comunicación a disposición del sector agrario con herramientas que permiten mejoras y perfeccionamiento.

Aprovechar la tecnología para mejorar la gestión de las fincas y minimizar el impacto de la actividad agrícola sobre el medioambiente, trabajar en adaptar las tareas agrarias de fertilización, tratamientos fitosanitarios, cosecha, etc. a las necesidades de la tierra, pues la tecnología actual lo permite.