Un mundo por descubrir: La energía geotérmica

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En las pasadas jornadas celebradas en el TEA, salió a la palestra una de las energías renovables que menos atención y recursos recibe por parte de entidades privadas y públicas, la geotérmica. Realizando una primera aproximación a su significado podríamos afirmar que se trata de una energía que se obtiene a través del aprovechamiento del calor del interior de la tierra .

Para que este tipo de alternativas energéticas prospere debe existir una materia prima rica y abundante en el subsuelo del emplazamiento escogido. La estructura interna de La Tierra ha sido generosa con la orografía y la localización de las Islas Canarias. Su suelo y origen volcánico hacen que el Archipiélago sea una joya energética por pulir, motivo que ha suscitado el interés de varias empresas internacionales especializadas en este sector.

El inconveniente de esta energía, tal y como se explicó en las últimas jornadas de La Tirajala, se sitúa en su alto costo. La apuesta económica que hay que realizar para las catas pertinentes no convence a algunos empresarios y políticos, ante el riesgo de no alcanzar el éxito en su búsqueda. Además, si nos referimos a nuestra realidad más cercana, la inversión para la industria destinada a este fin es más cara que en otros lugares del mundo. Unos simples sondeos se elevarían hasta los 4 o 5 millones de euros, lo que para muchos es un riesgo inasumible.

Algunos se han atrevido a calificarla como una de las energías más limpias, eficientes y reutilizables del mundo. Sus beneficios se conocen en Europa desde hace décadas, cuando surgió en 1979 como consecuencia de la crisis petrolífera.

Los usos de la geotermia dependen de las características de su fuente de origen. Los recursos de mayor temperatura, superiores a 100º-150ºC, se destinan a generar electricidad. Si no llega a ser suficiente, sus ventajas serán aprovechadas por los sectores industrial, servicios y residencial. Cuando descendemos de la barrera de los 100ªC suele recurrirse a una bomba de calor geotérmica o a un aprovechamiento directo. En el caso de que las temperaturas alcancen valores por debajo de los 25ºC, las posibilidades de uso se limitan a la climatización y la obtención de agua caliente.

El científico del ITER, Nemesio Pérez, incidió recientemente en el hecho de que en los últimos 20 años el estudio de la geotermia ha ido decayendo considerablemente. La crisis económica ha mermado la investigación en este campo tan rico por explorar. En Canarias, sin ir más lejos, podríamos destacar el potencial de zonas como el Teide o Timanfaya, donde incluso ese calor se convierte en atractivo turístico.