Relación de Medidas de Ahorro energético

FACTURA ELÉCTRICA. Conocer lo mejor posible el nivel de consumo eléctrico y cómo se distribuye en el espacio y en el tiempo. Evite el consumo en las «horas punta». Reoriente el consumo hacia las «horas valle» con el fin de obtener bonificaciones de las compañías eléctricas. Solicitar a la empresa distribuidora de energía los horarios de las «horas punta» y «valle».

Ajustar la potencia eléctrica contratada a la demanda necesaria para evitar un sobrecoste por una tarifa inadecuada. Es recomendable que la contratación eléctrica sea revisada por un especialista ya que es posible que la potencia contratada sea mayor que la necesaria o que la tarifa contratada no sea la más adecuada. Instalar condensadores generales para compensar el consumo de energía reactiva, lo que permite obtener bonificaciones de las compañías eléctricas que podrían llegar hasta el 5 %.

ILUMINACIÓN. Sustituir los tubos fluorescentes tradicionales por otros de alto rendimiento El ahorro energético podría llegar hasta el 80%. 

Instalar detectores de movimiento para iluminar accesos a zonas de almacenamiento, pasillos y, en general, a lugares que no requieran una iluminación permanente. Mantener limpias las bombillas, tubos fluorescentes, luminarias y reflectores. De esta manera, elevamos la intensidad lumínica de la iluminación reduciendo el 20% de la energía consumida. Con los tubos fluorescentes, el mayor consumo de energía se produce en el encendido.

No es recomendable apagar los fluorescentes en zonas donde vayamos a encenderlos en menos de una hora. Siempre que se pueda, incrementar la luz natural y adaptar el nivel de iluminación artificial a las exigencias de las tareas a realizar. Usar temporizadores de pulsador y sensores de luz para escaleras, pasillos, garajes, etc. Apagar la luz cuando no sea necesaria. Asegurarse que no queden encendidas las luces de los almacenes, trasteros y otras habitaciones de poco tránsito. Instalar lámparas fluorescentes compactas (LFC) con balastro electrónico en aquellas zonas donde se requiera un mayor nivel de iluminación o bien, en dónde la necesidad de tener la luz encendida sea prolongada.

CALEFACCIÓN Y REFRIGERACIÓN. Instalar ventanas y puertas de doble acristalamiento y buen cierre para mantener la temperatura del interior. Es necesario un buen aislamiento de las paredes, techos y suelos para asegurar la temperatura óptima en los espacios de trabajo.

Usar una regulación manual de temperatura no superior a 21 º en invierno, ni inferior a 26º en verano. De otra manera supondría derrochar energía. Realizar un adecuado mantenimiento del sistema de climatización y los equipos de refrigeración, revisando regularmente los sistemas de aire acondicionado y cámaras frigoríficas. Mantener limpios los filtros de salida del aire para evitar la acumulación de polvo y elevar el nivel de rendimiento del aparato. Estudiar la instalación de toldos y parasoles en ventanas soleadas. Estos elementos pueden disminuir considerablemente la carga térmica y reducir las necesidades de frío. El termostato de los equipos de aire acondicionado debe ser instalado lo más lejos posible de fuentes de calor, como ejemplo, el sol, etc.

EQUIPOS INFORMÁTICOS. Activar la opción ahorro de energía en todos los ordenadores (desplegar Panel de control, opciones de energía y activar «pasar a la inactividad»). Asegurar que los ordenadores, fotocopiadoras, impresoras, etc. se encuentren apagados al final de la jornada de trabajo.

TRANSPORTE. Diseñar e implementar sesiones prácticas de conducción eficiente (p.e. en el arranque del motor, no apretar el acelerador y esperar unos segundos, antes de comenzar la marcha, para permitir la llegada de aceite en condiciones adecuadas a la zona de lubricación, circular en marchas largas y bajas revoluciones, etc.).

Realizar un plan de mantenimiento preventivo para los vehículos que incluya cambios de aceite, filtros de aire, revisión de líquidos lubricantes, inflado de neumáticos, líquidos refrigerantes, etc. Intentar mantener una flota de vehículos, con distintas capacidades, para adaptarse mejor a las variaciones en la demanda del transporte.

SENSIBILIZACIÓN DEL PERSONAL. Realizar campañas periódicas de información y formación, entre los empleados, para el ahorro energía. Involucrar al personal de la organización en la identificación y adopción de medidas de ahorro energético.